Heraldo-Diario de Soria

MEDINACELI

El barro y el buen ambiente, protagonistas del Toro Jubilo

La elevada presencia de agentes de la Guardia Civil impidió que se registraran altercados

Los jóvenes disfrutaron del Toro Jubilo a pesar de la incesante lluvia caída durante la jornada.-L.A.T.

Los jóvenes disfrutaron del Toro Jubilo a pesar de la incesante lluvia caída durante la jornada.-L.A.T.

Publicado por
Virginia Fernández
Soria

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El Toro Jubilo de Medinaceli brilló, esta vez sí, con luz propia en la noche del sábado, permitiendo a los vecinos de la localidad que se sacaran la espinita ante lo ocurrido en 2017, cuando las bolas colocadas en los cuernos del astado permanecieron encendidas apenas un par de minutos. Veinte estuvieron esta vez prendidas para satisfacción de los organizadores, los jóvenes de la localidad, los vecinos y los numerosos visitantes que cada año acuden a la plaza Mayor de Medinaceli para revivir la tradición del único toro de fuego que se mantiene en Castilla y León.

A diferencia de lo ocurrido en anteriores ediciones, la tranquilidad reinó en el recinto festivo debido a la alta presencia de efectivos de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, que en los últimos años han aumentado notablemente tras los problemas registrados en 2016 por parte de antitaurinos llegados a la localidad cuyo objetivo es boicotear el acto principal de las fiestas patronales. La elevada presencia de agentes de la Guardia Civil, algunos de ellos llegados desde Zaragoza para reforzar la labor de sus compañeros sorianos, impidió precisamente que «los pocos animalistas llegados al municipio» accedieran a la plaza Mayor. Por ello no se registró ninguna denuncia por incumplimiento de la Ley de Seguridad Ciudadana. Los agentes interpusieron algunas, por el contrario, de tráfico relacionadas con el consumo de bebidas alcohólicas. El alcalde de la localidad, Felipe Utrilla, agradeció la labor tanto de los guardias, «por su colaboración», como de los jóvenes del municipio, organizadores del festejo. «Sí debió de venir algún antitaurino pero el fuerte control impidió que accedieran a la plaza», señaló el primer edil, «satisfecho» de la tranquilidad con la que se pudo vivir el acto central de las fiestas, ya que las jornadas previas suelen vivirse con los temores propios de esperar que «todo salga según lo previsto».

Sólo la meteorología deslució «un poco» la celebración del Toro Jubilo. Y es que la lluvia que ha caído en la provincia en los últimos días no dio una tregua durante el evento, provocando que la arena en la que se celebra se convirtiera en barro, dificultando la labor de los recortadores. «Fue un poco incómodo para ellos», señaló el regidor.

Utrilla definió al astado como «un toro bonito y noble, de la misma ganadería de Valladolid con la que empezamos a trabajar el año pasado», que demostró su bravura desde que entró en la plaza de toros en la que se convierte buena parte de la plaza Mayor de la localidad y durante los más de 20 minutos en los que permanecieron encendidas las bolas colocadas sobre los cuernos del animal. «Fue el tiempo apropiado; si es más se hace un poquito largo», señaló. E hizo referencia también a la desilusión que vivieron quienes vivieron el Toro Jubilo del año pasado, ya que las bolas apenas estuvieron incandescentes dos minutos. «No hay que olvidar que son bolas que se crean de manera artesanal, con azufre, pez... Y aunque se hacen pruebas para comprobar que se encienden bien y permanecen un rato encendidas hay cosas que pueden fallar. Una vez en la plaza hay muchos aspectos a tener en cuenta y los nervios a veces dificultan que se enciendan bien», explicó. Por eso señaló que se quitaron «la espinita» después de la brevedad del 2017.

Unas 2.500 personas disfrutaron de este festejo ancestral, cifra que no mermó respecto a años anteriores a causa de la incesante lluvia que cayó durante todo el acto. «Generalmente se hacen unas 3.000 invitaciones y suelen venir algunas personas menos porque a última hora no les es posible. Pero ayer [por el sábado] acudió más o menos el número de personas que otros años», detalló.

Medinaceli volvió a cumplir así un año más con su tradición más ancestral, con el buen ambiente y el barro formado por la lluvia como protagonistas pero carente de disturbios en la que únicamente el festejo, el toro y los jóvenes de la localidad que lo mantienen fueron los elementos a tener en cuenta.

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