Heraldo-Diario de Soria

QUINTA ESQUINA

Tomás García: «En Matasejún somos ‘zorreros’ y en cierto modo es un orgullo»

238 kilómetros de puerta a puerta, el coche memoriza el trayecto hasta Irún, donde este mecánico naval se ganó la vida. Amigo de Matasejún, regresa en busca del origen cuando le desatan los nietos.

HDS-Tomás es miembro de la Asociación de Matasejún

HDS-Tomás es miembro de la Asociación de Matasejún

Publicado por
P. PEREZ SOLER
Soria

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Pregunta.– ¿Para qué tan empeño en recuperar tradiciones si no queda gente?

Respuesta.– ¡Síííí! En verano se llena. En Matasejún hay una media de 77 niños.

P.– Difunden Matasejún por tierra, mar y aire. O mejor, por Twuiter, FB e Instagran.

R.– La junta se mueve. Hace unos 20 años empezamos los que ahora somos mayores y después se ha implicado la juventud porque han visto que los mayores funcionamos. Tenemos una junta divina. Es un poco recuperar Soria. (¿Y de que les sirve?) Para recuperar Soria, en el corazón y que nuestras raíces no se pierdan.

P.– ¿Se imaginan si se empadronaran todos los que vienen... solo a temporadas?

R.– Imposible. No podríamos vivir. El señor dictador aquel no distribuyó entonces la industria como tendría que haber sido. Y la mayor parte tuvimos que coger la maleta e irnos donde estaba el trabajo. Ahora volver sin industria y con la infraestructuras de carreteras que hay sería imposible. Sí se podría hacer en los pueblos un poco más grande.

P.– ¿Por qué le gusta a Tomás ser un hombre de pueblo?

R.– La paz de los pueblos no tiene precio. En la ciudad todo el mundo va estresado, corriendo a todos los sitios. Quieren terminar antes de empezar. Aquí te pones a hablar con cualquiera y nunca se queja del tiempo.

P.– ¿Qué hace usted en el País Vasco que no viene a vivir a Matasejún?

R.– ¡Ay, maja! Los nietos te atan con cuerdas. Trabaja la hija y el yerno y me tengo que hacer cargo por la mañana de cogerlos, llevarlos al colegio y a medio día también. Cuando tengo el fin de semana, ya estoy aquí. Y luego en verano, en vacaciones, también.

P.– Haga un vaticinio para el medio rural.

R.– De momento, lo veo negro y con pocas posibilidades. Mientras no haya un plan de financiación para fomentar y apoyar a la gente que labra la tierra, que esté en la tierra…

P.– ¿Se gritará más alto en Madrid el 31M?

R.– Creo que Madrid pasa de todos olímpicamente. Hay manifestaciones de catalanes, de más cosas, pero veo que los políticos tienen cubierta la espalda de tal manera, que ven y oyen pero no entienden.

P.– Hijos de Matasejún comerciando en Cádiz o sirviendo en Navarra. ¿Qué fue a hacer al País Vasco (Irún)?

R.– De mecánico naval. (¿En cuerda del Pozo no había embarcaciones?) (Ríe). Me marché con 14 años, fui a un taller de mecánica naval y vi que aquello era irreal. Yo no sabía lo que era una máquina, un taladro ni nada de nada. Pero eso sí, el nivel cultural que había en Soria era bastante majo. No me sentí inferior en nivel cultural con ningún vasco, eso lo tengo ahí. Había que encajar 10 ó 12 horas y en Artes y Oficios. Me puse a estudiar a aprender mecánico naval, fontanería, calderería… Ha sido a lo que me he dedicado toda la vida.

P.– ¿Qué hace un zorro en el logo de la Asociación de Amigos de Matasejún?

R.– Es que el mote de Matasejún es los zorreros. Viene porque estaban en misa y el sermón era tan ameno que todos los feligreses se quedaron dormidos. Entró un zorro, les dio con el rabo y salió huyendo. Por eso. No nos sienta mal. Es un orgullo en cierto modo.

P.– ¿De qué nos sirve recuperar el ramo si no hay manos que lo corten?

R.– ¡Sííííí! Ya te digo que Matasejún para el verano es un pueblo vivo. En la semana de fiestas, posiblemente estaremos más de 350 personas. En invierto es un pueblo muerto. (Ni jóvenes para móndidas...). No importa. Por móndidas no te preocupes, que si no hay solteras habrá casadas.

P.– Oiga, ¿volvemos a la autonomía municipal o seguimos dependiendo de San Pedro Manrique?

R.– ¡Ayyyyyyyy! La mayor metedura de pata que se pudo hacer fue fusionarse con San Pedro Manrique. Nos quitaron todos los derechos. Y hubo un acuerdo para que todo el dinero de Matasejún debía reinvertirse en el pueblo, pero nunca se ha llegado a hacer. Tenemos 15 eólicos, antes había puestos en la cantera, que se cobraba por obrero… Y Matasejún a mínimos siempre.

P.– Son el pueblo con más vecinos empadronados de todos los barrios sampedranos. ¡¡¡¡15!!!! ¿De qué les sirve?

R.– El orgullo de serlo.

P.– Una reflexión en voz alta.

–R. Me gustaría que todos los pueblos tuvieran como mínimo la vida que tenían en los años 55/60. Que los pueblos fueran vivos. Sin más.

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