Cuatro orejas en una gran tarde de toros en la plaza de Almazán

Gran tarde de toros la vivida ayer en Almazán, en la que se cortaron cuatro orejas, con momentos de gran emoción, en la que los tres toreros salieron por la puerta grande.

El primero en pisar la arena fue Sebastián Castella, de azabache y oro. Ante un toro reservón y con algunas dificultades, cuajó una faena de menos a más. Con el capote estuvo acertado y en las tandas de muleta el toro se ha entregado mejor por el pitón derecho. El diestro mató de una estocada baja. El público dio silencio para el toro en el arrastre y palmas para el torero.

Jose Garrido, de azabache y oro, recibió al toro con el capote en una tanda de verónicas con los pies juntos, sacándolo desde las tablas al medio, muy ovacionado por el público asistente. En el caballo entró con fijeza y tiró al picador. Antes de banderillas realizó un quite echándose el capote por detrás y con mucha maestría le dio una serie redonda.

Con la muleta tanteó hasta comenzar con la mano izquierda en unas tandas de mucho aplomo. Por el pitón derecho estuvo bien y el toro bravo se entregó hasta el final. En la suerte de matar metió una estocada en lo alto y el toro cayó redondo. Se llevó una oreja.

David de Miranda, de corinto y oro, con dos largas cambiadas recibió al tercero de la tarde, un toro castaño que entró con fijeza al caballo. En un quite por salterillas a pies juntos en el centro del ruedo y con un remate de media verónica levantó los aplausos de la plaza. Tercio de banderillas muy bien bregado por Manolo Contreras, banderillearon con mucho oficio Fernando Pereira y Pedro Muriel, recibiendo una ovación. Brindando al público comenzó la faena de muleta, con ayudados por alto.

En la segunda tanda, en el centro del ruedo, David conectó con el público con varias tandas por el pitón derecho. El toro, bravo y fijo, tomó la muleta por el pitón izquierdo en varias series de extraordinaria calidad. Estocada en lo alto y los tendidos se tiñen de blanco: oreja y fuerte petición de segunda.

En el cuarto de la tarde, Sebastián Castella se enfrentó a un toro herrado con el número 37 que entró al capote con unas largas cambiadas. Con fijeza en el caballo recibió un puyazo en lo alto. Tercio de banderillas con un pequeño susto para el tercer par de banderillas en el que tuvo que tomar el olivo haciéndole hilo el toro hasta las tablas. Brindis al público y comienzo de faena de muleta con pies juntos y unos ayudados por abajo muy alargados por el pitón derecho, que nuevamente arrancan los aplausos del público. Con dos tandas por el lado derecho y un gran pase de pecho sigue la conexión del francés con el público de Almazán. La faena, que fue casi toda por el pitón derecho, fue de más a menos; el toro se resintió del tercio de varas y se fue apagando poco a poco. Voluntarioso terminó la faena con una gran estocada en lo alto. El torero francés demostró por qué está en lo alto del escalafón. Dos orejas de tremendo valor y saber de uno de los grandes que ha pasado por Almazán.

José Garrido recibió al quinto de la tarde con varias largas cambiadas rodilla en el suelo y remató con una gran verónica con las dos rodillas en el suelo del albero adnamantino, consiguiendo sacar los aplausos del respetable. Con un puyazo se cambió el tercio a las banderillas que se ha desarrollado con temple y buenos pares. Con la muleta comenzó el toro titubeante haciendo sendas series por el pitón derecho. Por el pitón izquierdo el toro presentó muchas dificultades quedándose corto y buscando el cuerpo del torero constantemente.

Valiente estuvo el matador pero el toro no tenía más. Entró a matar dando un pinchazo en lo alto y teniendo que volver a entrar para darle una gran estocada en todo lo alto. Obtuvo una oreja que le hizo salir por la puerta grande.

Último de la tarde lidiado por David de Miranda. Toro herrado con el número de 17 de unas hechuras imponentes. Lo recibió en el tercio de varas a pies juntos con unos delantales de una belleza extraordinaria. Fue cogido el joven torero al ponerle en la suerte del caballo y tuvo que ser evacuado por el fuerte golpe recibido. Tras unos minutos volvió a entrar para finalizar la faena. La plaza lo recibió en pie al grito de «torero, torero». Nuevamente se ha puesto con la muleta a pies juntos en unos ayudados por alto llevando el toro desde adentro hasta el centro del ruedo. Ya en el centro dio dos tandas en redondo sobre el pitón derecho, arrancando los aplausos del público. El toro se rajó y se metió en las tablas y ahí acudió el más joven de la terna para sacarle lo poco que tenía. Con una estocada en lo alto y pegado a las tablas resolvió la faena. Oreja de muchísimo valor para un gran torero que está aquí para mandar.

Nuevamente el empresario onubense, Jorge Buendía, ratificó que si se quiere las cosas se pueden hacer bien, dándole una categoría a Almazán y Soria con grandes toreros y ganaderías. Sin duda el Ayuntamiento adnamantino y el empresario junto con los adnamnatinos y visitantes pusieron a Almazán en todo lo alto, taurinamente hablando.

Almazán concluye hoy sus fiestas patronales con la espectacular Bajada de Jesús, declarada Fiesta de Interés Turístico.