El Burgo aprobará la excepcionalidad de la Ley del Ruido para Nufri en el pleno del lunes
Será por un año después de un acuerdo de procedimiento para paliar los efectos en los vecinos de La Rasa
El Ayuntamiento de El Burgo reunió el jueves a 15 vecinos de la localidad agregada de La Rasa para que conocieran, de primera mano «y de manera clara y concisa», según explicó el alcalde burgense, Miguel Cobo, el procedimiento que se va a llevar a cabo para conceder a la empresa Nufri la suspensión provisional del cumplimiento de los valores del límite del ruido.
Cobo explicó a los asistentes que quiso tener esta reunión con los vecinos después de celebrarse la reunión informativa en la que todos los grupos políticos votaron a favor de la medida, por lo que en el pleno del próximo lunes, saldrá aprobado por unanimidad del pleno.
Como ya adelantó HERALDO DIARIO DE SORIA, el Consistorio burgense ha trabajado para buscar una solución que permita reducir el impacto del elevado ruido que generan las torres antiheladas de la empresa hortofrutícola necesita para garantizar su producción.
El mismo Cobo explicó a los vecinos los antecedentes de esta excepcionalidad, que se lleva concediendo desde 2011, por periodo de cinco años, y les avanzó que aunque se otorgará dicha excepcionalidad solo será por un periodo de 12 meses, mientras se llevan a cabo las medidas correctoras planificadas en el estudio realizado por una ingeniería.
En todo momento se ha tratado de buscar «consenso y equilibrio entre el descanso y la producción industrial», explicó Cobo, quien también quiso destacar que desde Nufri están «muy sensibilizados».
El edil burgense recordó que esta revisión de la suspensión provisional de los valores límite de ruido admisibles de las torres ventiladoras antiheladas de la finca de La Rasa, que figura como punto número 12 en el orden del día del pleno ordinario del próximo lunes, se realizará solo por un año y «condicionado a unos planteamientos de mejora colectiva para paliar el incumplimiento, al menos, en el interior de las viviendas», explicó. Esta medida por un año permitirá también que Nufri, que deberá abonar los costes de esta actuación, tenga tiempo para realizar los trabajos y, por otro lado, contar con fechas clave para realizar la medición de los molinos cuando se ponen en marcha a principios de año.
Para ello se llevará a cabo un cambio del acristalamiento y cerramiento de todas las viviendas, realizando, por la empresa externa y habilitada, una medición previa y posterior al cambio y se busca que además no sea un sistema cerrado, sino adaptado a cada vivienda. Para ello los vecinos deberán rellenar una solicitud autorizando a llevar a cabo en el interior de sus viviendas una evaluación de los niveles de ruido y otorgará su consentimiento para la obra de cambio de acristalamiento.
«Es un paso adelante», reconoció el edil de la villa episcopal, quien reiteró que se estudiará vivienda por vivienda, a través del informe técnico, para llevar a cabo la medida más adecuada, que puede variar desde cambio de ventanas, cristales o doble acristalamiento, entre otras.
Además cuentan con el acuerdo previo de la empresa que se compromete a realizar estos cambios en base al informe técnico realizado.
«Dentro de 12 meses nos sentaremos otra vez», avanzó Cobo quien reconoció que después de este primer plan corrector habrá que analizar el siguiente paso, que puede oscilar entre que no se otorga la excepcionalidad si no se soluciona el problema o seguir avanzando en otras modificaciones como el cambio de algunas de las torres ventiladoras por otras de tecnología más silenciosa. Un cambio que no afectaría al centenar de torres, sino a las 14 ó 15 más próximas a la población, y que permitirá solucionar el problema del ruido en el exterior, que supera los 70 decibelios.
Además, desde el Ayuntamiento continuarán solicitando a la Junta que ofrezca una solución ya que el Consistorio está asumiendo unas competencias que no le pertenecen y que precisan del posicionamiento de la Administración regional que hasta ahora ha dado largas.
Cobo destacó la «muy buena» participación y precisó que «hemos sido la única corporación que ha tomado una decisión clara de cómo pasar a solventar un problema que viene con 11 años de retraso», y afirmó que su papel ha sido de «intermediario» para facilitar «el consenso y el diálogo».