Un proyecto para dar voz a los vecinos de Rioseco como dinamización cultural y social

“Mi idea es favorecer la participación ciudadana”, explica María del Mar del Valle, la responsable del espacio cultural OPS, el rehabilitado molino de Rioseco de Soria, que durante los viernes de este verano está llevando a cabo una acción de dinamización cultural y social con la que ha invitado a vecinos del municipio “a que nos cuenten diferentes temas”, recogiendo así el guante lanzado por el alcalde de la localidad, Ufemiano Álvarez.

De Valle, que comenzó su contrato el pasado 28 de junio y tendrá abierto este espacio hasta el puente de diciembre, explica que no es la única actividad que se realiza en la localidad, porque, de forma voluntaria, ya está trabajando con un grupo de mujeres distintos ejercicios de entrenamiento cognitivo, temas de memoria, concentración, así como cálculo o lenguaje, que también se han mantenido durante este verano.

Pero desde el pasado 14 de julio, además, OPS ha acogido una original actividad, dar voz a sus propios vecinos, “que por su por sus quehaceres, profesión, actividad o experiencia nos podían aportar algo a la comunidad”, explica la responsable del espacio cultura que reconoce estar satisfecha por la respuesta de los vecinos, aunque algunos por su timidez o trabajo vinculado al campo, todavía no han podido confirmar su asistencia.

Aprovechan el verano, cuando más vecinos están en la localidad, lo que también ha motivado una mayor presencia de asistentes a las charlas, pero también porque es cuando climatológicamente más fácil es realizar estas charlas en la planta baja de este museo que está más vivo que nunca.

Una idea que confía en que se pueda realizar el próximo año, esperando también que pueda realizarse antes, porque este año se hizo ya con el verano iniciado.

Las charlas comenzaron tras las fiestas patronales de Rioseco de Soria con Chema Vázquez para hablar de su experiencia y visión espiritual del mundo, al considerar que los seres humanos, al igual que las plantas, somos como semillas y estamos destinados a germinar.

La siguiente fue la propia María del Mar del Valle centrada en la discriminación por temas de edad y cerró el mes de julio Luis Ruiz, quien por su oficio en el mundo de la construcción está observando como ahora es complicado encontrar personas que quieran aprender el oficio. Una charla muy interesante, porque además llevó fotografías de las diferentes edificaciones que había reformado con sus hermanos.

Se trata de charlas, como explica Del Valle, “muy horizontales” lo que hace que sean muy participativas y así, han llegado a reunir, en alguna cita a unas 40 personas, “además son todos vecinos de aquí del pueblo, todos te conocen y estamos muy en familia”, asegura.

Las charlas, que tienen una duración de hora y media, continuaron en agosto con Luis de la Villa, un vecino de 92 años de Rioseco, que “salvo cuando hizo la mili nunca ha salido del pueblo” y a través de sus palabras se pudo hacer un repaso de cómo es y ha sido su localidad, desde que nació, cómo era la vida, cómo eran lo jugos y fiestas, entre otros temas.

También en agosto acudió Enrique Lerma, un médico jubilado que ejerció su profesión en Baleares, pero que, sin embargo, “siempre ha estado aquí”, considerándose un soriano de pro, puesto que siempre mantuvo un vínculo muy fuerte con la “tierra que le vio nacer” en la que ahora, ya jubilado tiene previsto instalarse.

Las charlas de molino continuarán este viernes 18 a las 17.30 horas, con María del Mar del Valle, quien apostará por el pensamiento positivo, en contraste con las noticias que siempre inciden en lo dramático para meter miedo y presión, intentando “darle una vuelta y nutrirse de noticias o actividades que nos haga un poco más felices y tener una visión más óptima de la vida, contribuyendo a estar mejor y que nuestra salud lo agradezca”, explica.

Y también durante el mes de septiembre (con el parón que tienen que hacer ahora por las fiestas) y para el próximo mes ya han preparado a César Sanz, quien bajo el título de la mirada interior, realizará un repaso sobre la fotografía o el arte de ir al encuentro con la vida el día 1 de septiembre. El día 8 será el turno de Pilar Nicolás, con el arte de la cerámica, con la experiencia del tacto, la creatividad y la belleza. Continuarán con Ana Escribano el día 15 con el tema de la juventud soriana y ser joven y vivir en una provincia de la España vaciada, cerrando el día 22 de septiembre con Manuel Sevillano, quien disertará sobre la experiencia profesional de un deportista que vive por y para el deporte.

La promotora de estas Charlas del Molino, Del Valle, nació en León y, tras residir en Valladolid, llegó a Rioseco de Soria “porque aquí estaba viviendo un amigo que tenemos desde hace muchísimos años”. Este amigo les habló del pueblo donde residía y apostaron por venir a esta villa “a probar suerte”, asegurando que, ahora que ya han criado a tres hijos, se suman a una nueva moda “son los padres los que se van de casa”, bromea. Así han dejado a sus hijos en la ciudad, que les gusta más y ellos se han atrevido a dar el paso de la vida en el pueblo, “que nos gusta más”, reconoce.