Heraldo-Diario de Soria

Memoria Histórica

Exhumación de Adradas: aparece una dentadura postiza, varios botones y un lápiz

En julio de 2023 se hallaron restos de cuatro civiles asesinados en octubre de 1936 / «Siento mucha emoción pero tristeza a la vez», indica la nieta del edil de Iruecha

Trabajos de exhumación de los cuatro cuerpos hallados en la fosa común de Adradas este jueves.

Trabajos de exhumación de los cuatro cuerpos hallados en la fosa común de Adradas este jueves.Olga Latorre

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Tras una dura jornada de trabajo las tareas llevadas a cabo este jueves por la Asociación Soriana Recuerdo y Dignidad dieron sus frutos y permitieron exponer los cuatro cuerpos de los civiles asesinados en octubre de 1936 tras ser localizados en una fosa común de Adradas el pasado mes de julio. Esta exhumación cuenta con financiación de la Junta de Castilla y León.

De momento, únicamente se conoce la identidad de dos de ellos: Estanislao Gil Guerrero, maestro de Aguaviva de la Vega y Juan García Gutiérrez, concejal de Iruecha. Sin embargo, los acompañaron en su aciago destino el hijo de Ángel Sanz Sanz, sillero de Arcos de Jalón y un médico también de Arcos de Jalón. Para intentar completar el círculo, Iván Aparicio, de Recuerdo y Dignidad, pide «ayuda para poder establecer su identidad». Y es que pese a las intensas labores de documentación e investigación llevadas a cabo desde el hallazgo de la fosa, Recuerdo y Dignidad aún no ha logrado devolver su identidad a estas dos últimas personas, por lo que realiza un llamamiento a la población en busca de cualquier información de interés.

Junto a los miembros de Recuerdo y Dignidad y a la Sociedad de Ciencias Aranzadi se dieron cita en Adradas miembros de la Guardia Civil y la Policía Judicial así como el vicepresidente de la Diputación, José Antonio de Miguel y el subdelegado del Gobierno, Miguel Latorre. 

Sin embargo, una de las presencias más destacadas fue la de Felisa García Bartolomé, nieta de Juan García Gutiérrez, concejal de Iruecha, que vivió este jueves una jornada complicada de sentimientos encontrados. «No se puede explicar con palabras. Por un lado, siento mucha emoción de haberlos encontrado y, por otro, mucha tristeza al confirmar el destino que tuvieron. Llevábamos cinco años detrás. La espera ha sido dura». Felisa vive en Ainsa (Huesca) aunque al igual que su abuelo, es de Iruecha.

La nieta del edil asesinado, que las pruebas de ADN confirmarán más adelante, indica que sus padres «nunca me contaron, mi padre murió joven». Sin embargo, continúa, «llevaban la posada del pueblo y la gente mayor venía y hablaba. Había veces que, aunque me mandaban a jugar, yo me quedaba detrás de la puerta a escuchar. Lo poco que sabía era que mi abuelo era concejal, con ideas de izquierdas, y que era un hombre bueno porque dejaba dinero a la gente cuando no podía pagar la contribución. Por eso quisieron quitárselo de en medio. Le avisaron que se fuera al monte pero él pensó que no le iban a hacer nada así que prefirió ir a declarar y en el camino le pillaron y le pegaron dos tiros». Y añade: «Cuando murió ya era viudo y tenía una hija, que se quedó con los abuelos -mis bisabuelos- y tres hijos que fueron a filas. Uno de ellos era mi padre que luchaba en el bando de los nacionales pero cuando se enteró de lo que había pasado con su padre se pasó con los rojos que, al principio, pensaron que era un espía. Cuando acabó la guerra pasó tres años en la cárcel: en Madrid, Alcalá... Y cuando salió de la cárcel pudo rehacer su vida de aquellas maneras. Recuerdo que siempre hablaba de un montículo y unas piedras. Pero el paisaje ha cambiado mucho, con movimientos de tierra, una autovía... El año pasado vivimos un momento muy complicado. Acotamos 2.000 metros cuadrados por 4 metros de ancho donde estuvimos cuatro días excavando y no salió nada. Fue descorazonador. Nos fuimos y al día siguiente el arqueólogo insistió, volvió a dar una vuelta... Y al lado de la parte acotada dio una palada y salió un cráneo. Los habíamos encontrado».

En concreto, se recogieron varios metacarpianos y falanges, vértebras cervicales, un cráneo y fragmentos de cráneo, un radio y un cúbito. Una vez extraídos los restos se procedió a la protección y geolocalización de la fosa común clandestina hasta que este jueves se volvió a trabajar en el lugar para lograr devolver los cuerpos de estas cuatro personas a sus familiares. Durante el trabajo del jueves «quedaron expuestos y será este viernes cuando los cuerpos sean exhumados», explicó Aparicio que indicó que a última hora de la tarde «además de los restos óseos había aparecido una dentadura postiza, varios botones y un lápiz».

Este viernes el objetivo es exhumar los cuatro cuerpos proceso para el que se contará con presencia de la Policía Judicial que asistirá a su levantamiento quedando en custodia de la Sociedad de Ciencias Aranzadi hasta que se realicen los estudios e informes antropológico forenses oportunos.

Asimismo, y en su tónica habitual, Recuerdo y Dignidad recuerda que cualquier información acerca de datos relativos a víctimas de la Guerra Civil y el franquismo siempre es bien recibida. «Toda información, por mínima que sea, cuenta y puede ayudar a devolver la identidad a un desaparecido y sus restos a sus familias», apuntó Aparicio. Para ello, basta con enviar un correo electrónico a info@recuerdoydignidad.org.

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