Heraldo-Diario de Soria

QUINTA ESQUINA / MIGUEL ÁNGEL IZQUIERDO

«Hay que hacer ver al alumno que tiene que pensar por sí mismo»

No es una profesión lo que lleva ejerciendo 36 años, sino una forma estar, vivir, en el mundo: formando a los hombres de mañana... y educando. Es el plus del profesor de Literatura y de su instituto, el Castilla, que está de aniversario. Medio siglo «poniendo la carne en el asador».

Miguel Angel Izquierdo.- V. GUISANDE

Miguel Angel Izquierdo.- V. GUISANDE

Publicado por
P. PÉREZ SOLER
Soria

Creado:

Actualizado:

Pregunta. – ¿A qué podemos exhortar hoy a los jóvenes?

Respuesa.– Creo que a reflexionar. Lo que he notado diferente de otras generaciones es que ahora la sociedad deja muy poco tiempo para la reflexión y a los jóvenes todavía menos. 

P.– ¿Qué margen de maniobra le queda a un profesor?

R.– Un profesor siempre tiene margen de maniobra. Nosotros sentimos que no, pero a veces ocurre que la expresión de un chico te hace ver que le has trasmitido algo. Y ése es nuestro margen de maniobra fundamental.

P.– ¿Qué sangre dona un instituto en sus bodas de oro? 

R.– En lo real estamos ahora con lo de la donación y va bastante bien. Y en lo metafórico… la sangre metafórica son las intenciones, el trabajo de muchas generaciones de profesores, de alumnos que han valorado el trabajo de los profesores y que tienen confianza en la formación de sus hijos.

P.– Preparando la entrevista he caído en que son ustedes el último reducto del reino, ya sabe… Castilla y solo Castilla.

R.– (Ríe). Lo del nombre es peculiar.  Como el otro instituto, el que se quedó siendo masculino, era Antonio Machado, este instituto no tuvo nombre durante un tiempo. Se llamó solamente instituto femenino hasta que un profesor muy querido por todos, Javier Morente, propuso este nombre.  Y Castilla, en los primeros años 70, es algo que decía mucho en la sociedad española. 

P.– ¿El adolescente, hoy es el de siempre?

R.– Básicamente sí. La gente está confundida, los adolescentes son muy parecidos siempre. Aparentemente no, pero en cuanto rascas un poco tienen las mismas preocupaciones, las mismas inseguridades de siempre. Y es lo bonito.

P.– ¿Hay celos entre institutos?

R.– El Castilla siempre ha tenido el sambenito de ser la otra, de ser el segundo instituto, el Machado ha sido el más tradicional, el más antiguo, pero eso ha sido un incentivo para ganarnos un prestigio, que creo hemos ido consiguiendo. Ahora que estamos en un aniversario... pienso que siempre ha sido un instituto pionero en la educación y siempre ha ido un paso por delante.

P.– ¿Por qué extender el compromiso docente a lo social?

R.– Es la distinción entre formar y educar, entre enseñar simplemente y educar. Nosotros pretendemos educar. Además de las asignaturas, también transmitimos algunos valores que la sociedad actual, aunque haya perdido algunos, sigue manteniendo. 

P.– Recientemente han donado sangre a la Hermandad de Soria.

R.– Creo que fue una iniciativa del director. Una muy buena opción. Dentro de las posibilidades que tenemos está bien, es cómoda para el donante y sabes que lo que das va íntegro a una buena causa, a hacer un bien. Es necesario y una de las mejores opciones.

P.– Al profesor de Lengua y Literatura, ¿se dirige a los alumnos y alumnas?

R.– No. No. En Lengua tenemos muy claro que cuando se dice alumnos nos referimos a todos, y abarca tanto el masculino como el femenino. Es puramente gramatical. El género masculino tiene un valor inclusivo por sí mismo en la gramática española.

P.– ¿Cómo ve el lenguaje inclusivo?

R.– Me parece que es algo que tiene muy buena intención pero es poco práctico. La lengua se rige, como casi todo en la vida, por la ley de la economía y esto es profundamente antieconómico. Si entras en ello en una manera total, entras en la confusión absoluta. Es antieconómico.

P.– ¿De qué convence en este siglo XXI un profesor de Literatura?

R.– Quizá sea un poco redundante, pero es lo que he dicho antes. Yo lo que intento es hacer ver que hay que pensar. Hay que convencer a los alumnos de que hay que pensar por sí mismos. Creo que cada vez se piensa menos por uno mismo. Con este sistema de Redes Sociales y comunicación, extraordinario en muchos sentidos, tiene este inconveniente, que te dejas arrastrar por las masas, por el pensamiento único, por la falta de tiempo para reflexionar. Hay inmediatez y falta reflexión. El pensamiento individual.

P.– ¿Convencen ustedes más o menos que Facebook?

R.– Creo que la competencia con FB y las Redes Sociales es una competencia salvaje para nuestra parte. Pero observo con cierto estupor que recitar un poema en clase les engancha, recitar un poema, que es algo antiguo, a los alumnos les engancha mucho hoy. E incluso leer en alto. Los alumnos igual están un poco de vuelta de este mundo. 

tracking