Heraldo-Diario de Soria

ENTREVISTA / ANTONIO MEDRANO MARINA

"Casi todos los días me pregunto cuándo va a valorar la sociedad el trabajo del ganadero"

Hay opiniones que son sentencias de sentido común. La conversación que sucede recoge unas cuantas.  Desde el corazón de Pinares, hablamos de batallas libradas y otras por librar; de vacas y ovejas; del Ministerio de Consumo; de la economía circular de los Medrano; del lobo... De ganadería pura y dura. Hay preguntas que Antonio se hace a diario; y respuestas, a golpe de decisión, que le gustaría no escuchar. (Su perseverancia -herencia de Purita, la madre- puede con todo).
 

Antonio Medrano.-HDS

Antonio Medrano.-HDS

Publicado por
P. PÉREZ SOLER
Soria

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P.-Es la tercera generación Medrano y van por la cuarta. ¿cuándo se jubila un ganadero?

R.-Un ganadero nunca. Creo que es una profesión muy vocacional y te jubilas cuando ya no puedes más. 

P.-¿Le quedan fuerzas entonces?

R.-Sí, si no, no estaríamos hablando hoy.

P.-¿Cuál es la historia común del apellido Medrano?

R.-Creo que si pudiéramos definirlo sería carnicería y ganadería. Por ese orden. Te puedes ir hacia atrás dos generaciones, mi padre y mi abuelo.

P.-¿Qué se pregunta de vez en cuando y sigue sin respuesta?

R.-Lo que más me pregunto dentro de lo que me dedico es cuándo se va a valorar el trabajo del ganadero. Esa pregunta sí que me la hago casi todos los días. No pienso que no lo esté, es que lo veo. En toda la forma de entender la sociedad, ahora mismo el trabajo del ganadero es totalmente menospreciado y en algunos casos hasta despreciado. (¿Los de arriba y el ciudadano?). Me refiero a la sociedad. La sociedad es el reflejo; la gente que toma decisiones y está arriba entiendo que es el reflejo de la sociedad. Se deja llevar y toma decisiones no por sentido común, sino por lo que quiere oir la gente. Ahora mismo no hay no hay nadie que sea capaz de decirle a la gente lo que no quiere oír. Por eso son siempre el reflejo. A nosotros, los ganaderos, es lo que más nos duele.

Eso está pasando. La sociedad no queremos oír lo que no nos gusta; hay cosas que sabemos pero no queremos que nos las digan. No hay nadie que sea capaz y valiente, y que tome decisiones con un sentido general.

P.-¿Y qué hacen ustedes?

R.-La gente de campo, del mundo rural, estamos ahora mismo muy arrastrados. No nos queda más remedio que sufrir la forma de pensar que tiene la mayor parte de la sociedad que no vive en el campo. Lo que siento ahora es que la gente que estamos en el campo sufrimos las decisiones que toma la gente que no sabe ni lo que está decidiendo.

P.-Dígame qué batalla está librando ahora mismo.

R.-El día a día, como cualquier persona. El día a día en el que hay que afrontar todo lo que viene. Es ahora mismo lo más complicado a lo que tiene que enfrentarse la gente que trabajamos en el campo o partimos del sector primario. Para mantener esto tienes casi que cerrar los ojos, no escuchar muchas cosas y tirar para adelante. Si no, esto se va a tomar por saco.

No entiendo cómo muchas veces se desprecia tanto la forma de trabajo cuando necesariamente estamos dando de comer a la gente.

P.-Más allá de la despoblación, ¿qué batalla está librando Soria?

R.-Desde mi punto de vista, y desde donde estoy, que es la zona de Pinares, creo que Soria lo que tiene que hacer es definir lo que quiere ser. Pienso que sigue con el lastre de pensar que siempre se ha quedado atrás, que nos falta esto, lo otro. Tenemos muchas cosas muy buenas y hay que decidir qué queremos ser. No queremos ser una capital ni una provincia superpoblada. Podemos ser otra cosa.

P.-¿Qué escuela es el pinar, las fincas, los animales, el monte...?

R.-La escuela natural que tiene cada persona en la zona que viva. Yo vivo en una zona muy privilegiada, pero entiendo que puede ser lo mismo que otra persona que viva en otra zona, con otras cosas. Cada uno se adapta y saca el valor de la zona donde vive. Todas tienen sus cosas buenas, malas y que hay que valorar.

P.-¿Quién da más trabajo la vaca, la oveja o el hombre?

R.-Las personas mucho más que los animales.

P.-¿Ante qué alza la voz Antonio Medrano?

R.-Ante lo injusto que es no valorar el trabajo. Me molesta muchísimo que no se valoren los trabajos, el que sea. 

P.-¿Por qué sí o no hace falta otro matadero en la provincia?

R.-Yo lo considero como un servicio. Ahora tenemos la guerra que tenemos en el sector primario, que es la lucha que hay contra la carne. Hoy hasta nuestro Santo Pontífice ha dicho que hay que comer menos carne. Esa guerra está ahí metida.

P.-¿Sobra un Ministerio de Consumo o falta uno en condiciones?

R.-(Se le escucha reír bajo, como si sopesara la respuesta). Creo que la institución no es lo que sobra, puede ser útil. Sí las personas inútiles que las ocupan.

P.-Déjeme que le diga que con un ministro de Consumo que desaconseja comer carne muy bien no lo tienen ustedes.

R.-No. Ni muchas otras cosas que no tienen mucho sentido común. Por eso te digo que no es el ministerio o la administración, sino las personas que lo ocupan.

P.-Los Medrano se suceden padres, hijos, hermanos, sobrinos... ¿Cómo se hace eso?

R.-Venimos de un concepto muy familiar. Nosotros, mis hermanos y yo, venimos de nuestros padres. Antonio y Purita nos enseñaron todo lo que somos, trabajo, trabajo e intentar ser buena gente.

P.-Cría la vaca que después vende a un familiar en la carnicería, tras su despiece en el matadero en el que también hay un Medrano. ¿Economía circular?

R.-Ahora aparecen definiciones, adjetivos… Es sentido común. Nosotros partimos del sentido común y del sentido básico. Yo lo crío, yo lo conozco, yo lo puedo poner en mi carnicería. Son garantías. Es no soltar los pasos. La relación de ganadero a carnicería nuestra, y de otros carniceros, es la que queremos seguir manteniendo. Ponemos en las nuestras o en otras carnicerías los animales que conocemos, que hemos criado y hemos comprado a otros ganaderos que conocemos. Es todo muy cercano. Eso es muy, muy importante. Quién cría y a quién se lo llevamos. En cuestión de carne son importantes esos detalles, que se han perdido y ahí se pierde muchísima calidad.

P.-¿Cuándo es usted pesimista?

R.-Cuando se va echando la noche; vas con toda la carga del día y es el momento en que más pesimista puedes ser. Pero luego todos los días sale el sol.

P.-¿Qué le dice este presente?

R.-Preocupación. Es uno de los momentos más preocupantes que yo he conocido como ganadero, Por la situación de arrastre que llevamos de estos años atrás. Ves desaparecer ganaderos uno detrás de otro y eso me llega al alma. Es lo que más me duele.

P.-¿Qué se les escapa a uno de los ganaderos potentes de Soria?

R.-La palabra potente quítala. Hay muchas cosas que no podemos controlar. No podemos controlar la alteración que pueden tener los precios ahora mismo; se nos escapa; tampoco podemos controlar hasta dónde podemos poner el valor de lo que estamos produciendo.

Me preocupa mucho que haya personas que no puedan tener ingresos para pagar lo que nosotros estamos produciendo. Lo que no sé es cómo no hay nadie que se preocupe por eso. Uno de los pilares básicos de nuestra PAC es producir alimentos a precios razonables. Se trata de que todas las personas puedan tener sus ingresos para poder pagar. ¿De qué me sirve tener una calidad extraordinaria si nada más se lo puede permitir la mitad de la población? ¿Qué coño estamos haciendo? No sé cómo no hay nadie que diga algo. Hay que producir de una forma sostenible, eso evidentemente, no lo discute nadie, pero el pilar básico es que tenemos que dar de comer a la gente.

P.-¿A qué raíces hay que volver para que coexistan vacas, ovejas y lobos?

R.-Al sentido común ni más y menos. Es el sentido común. Lo que no puede decidir la coexistencia del lobo y la ganadería extensiva gente que no sabe nada de ganadería. Si un sector, una forma de entender los ecosistemas, pone por delante la preservación del lobo ante la ganadería, algo falla. Nuestro planteamiento no es que desaparezca el lobo, sino del control del lobo, porque creemos que nos está echando. Si eso está roto, que alguien me diga si esto no está fallando.

P.-¿A cómo está el kilo de carne en canal y a cómo se vende en la carnicería?

R.-Depende de qué, del tipo de canal. (Vaca u oveja, hombre). Tienes el vacuno que se está pagando sobre cinco euros en canal, así se está comprando aquí a ganaderos. ¿Cómo se vende? Tú le puedes poner un precio de coste que sea el faenado de matadero, y ahí va. Pero estamos hablando de canales enteras. Luego esa carne tiene muchos despieces y esos despieces tienen diferente valor. No tiene que ver el lomo bajo, con el solomillo, el chuletón, la falda... A veces se distorsionan las informaciones con poner un precio. Se dice 'estoy vendiendo la canal a cinco y luego en la carnicería el solomillo cuesta 26 euros' y eso no es, porque la canal es la pieza entera. Y luego el despiece es diferente.

P.-¿Se notan ya las barbacoas de verano?

R.-Antes de las prohibiciones, de incendios y demás, las barbacoas suponían bastante venta de carne. Después cambió, los hábitos de consumo ya no son los mismos que antes de la prohibición. Luego el tema de calderetas con la pandemia y demás también se nota. Pero donde hubo una verdadera variación fue en el tema de las prohibiciones.

P.-¿Volvería Antonio Medrano a la política?

R.-Yo no he sido político nunca. (Pensé que fue concejal). Yo fui concejal de un pueblo porque soy de Vinuesa, pero te vuelvo a decir: yo nunca he sido político, ni jamás me he considerado político por estar de concejal en el Ayuntamiento. El concepto que tú tienes yo no lo tengo. Creo que fui concejal durante tres legislaturas -doce años- porque era vecino de mi pueblo. Ni más ni menos. Pero hasta ahí.

P.-¿Qué es el monte para un vecino de Pinares?

R.-Todo. Para todos los que hemos nacido en la zona de Pinares el monte es parte de nosotros. Quien no lo entienda así es porque no ha nacido aquí. Está muy relacionado. Toda la vida alrededor del monte, la diversidad de recursos que conlleva es todo.

P.-Su propósito más inmediato.

R.-Intentar trabajar un poco menos. El tren sigue su marcha y a veces te lleva, te lleva y te lleva y no sabes cuándo parar.

P.-Dígame los presagios que barrunta para la ganadería.

R.-Cuesta mucho no ser sincero. Te voy a decir lo que verdaderamente pienso. Por la situación en que está todo, o cambia mucho la variación, el concepto de lo que es la ganadería, o veo muy mal futuro. Es lo que te he dicho antes. Tiene que cambiar el concepto de la sociedad de la ganadería, si no, vamos a desaparecer. Todos los tipos de ganadería están super relacionados. No podemos decir que queremos quedarnos con la ganadería extensiva... Nosotros no podemos vivir sin ella. Para que funcione todo tiene que estar interrelacionado, en zonas como ésta la extensiva es importante por el valor que hace al monte.

P.-Por cierto, no le he preguntado por la vaquería de Noviercas.

R.-Pues hombre, te he respondido con lo anterior. Todo tipo de ganadería es viable. Evidentemente que cuanto más masificada, más problemática y mucho más control necesita, pero ahora mismo no se pueden cerrar puertas. Si me preguntas a mí, que soy de monte, pues me choca. No te voy a decir que me guste o no me guste. Me choca, no me llama, pero no se puede cerrar nada.

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