Heraldo-Diario de Soria

Entrevista. Enrique Guíu Crespo

«En ocasiones hay que parar y hacer introspección para ver si sigues el camino correcto»

Dice que la naturaleza inquieta es una determinante en su vida y nos asegura que abraza más el ejercicio de servir que su voz pasiva. Dejamos el juicio a quien corresponda, pero sí damos fe de lo evidente: al mayordomo de La Flagelación no le gusta estar parado en ninguno de sus frentes abiertos: el sindical, el deportivo, el social... Hablamos con él en el 70 aniversario de esta cofradía de Soria.

Enrique Guíu.

Enrique Guíu.HDS

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P. Al mayordomo de la cofradía de la Flagelación, ¿qué hay de bueno y grande en servir al otro?

R. Creo que el servir al otro es importante. Estar compartiendo tu tiempo, tu esfuerzo, tu trabajo y, en este caso de Semana Santa, tu fe y tu religiosidad con los demás, es una situación de compromiso y de importancia. No solo a nivel individual y colectivo, sino también por la cofradía en la cual estamos.

P. ¿Sirve más o es servido?

R. Creo que sirvo más. Con la vocación que tengo, estoy para servir más. En los ámbitos en los que me muevo, no solamente en el deportivo, en el de trabajo y en el de Semana Santa o como responsable también del sindicato que represento como presidente, pienso que sirvo más y ayudo más a los demás.

P. Dice Pérez Reverte en Lectura que el mar le ha desengañado de algunas cosas. ¿De qué le desengaña a usted la tierra firme?

R. Muchas veces me desengaña de no ponernos en la piel de los otros. Creo que la empatía es muy importante y el egoísmo sigue existiendo en la sociedad. Tenemos que ser más empáticos y pensar más en los demás, en quienes nos rodean. Me gusta sentir lo que podría sentir si estuviera enfrente o en otra situación. Es importante tener esa capacidad empática para saber cómo se encuentra el prójimo.

P. Sindicalista en Csif, segundo entrenador de Grupo Herce, cofrade de la Flagelación, caballista en La Saca. Es usted un maestro fuera de ejercicio muy polifacético.

R. Lo de segundo entrenador no, estoy dentro del cuerpo técnico. Soy muy inquieto y con el tema del voley llevo más de 30 años; con la cofradía desde el año 89; y 15 o 20 años como caballista. Soy de naturaleza inquieta y no soy de las personas que se conforman con lo que hacen, sino que cada vez quiero más. Así que el abanico de actividades que hay en mi vida cada vez se ve más incrementado por esa naturaleza inquieta que creo que es un determinante en mi vida.

Toco muchos palos en la sociedad, no solamente soriana. Es algo que no sé si es una virtud o un defecto. Me gusta meterme en muchos fregados, estoy con muchos frentes abiertos, no solo deportivo, sino sociales, fiestas de San Juan, ámbitos de ongs, también soy voluntario en Ande... Me gusta no estar parado. Si estuviera parado no sería yo.

P. Una prejuiciosa. ¿Se puede ser creyente y sindicalista?

R. ¿Por qué no? Cada uno puede expresar su fe como quiera. En Soria somos más de 2.500 cofrades y 2.500 tipos de fe, de la persona que siente un fervor religioso y otras que muestran su lado cofrade de otras formas. No tiene nada que ver desempeñar una labor sindical con ser cofrade o religioso.

P. ¿La fe que más le sujeta es fe cofrade o la sindical?

R. Creo que son complementarias. La fe religiosa te acompaña día a día y la sindical es la creencia y el compromiso de realizar actividades por y para los demás. La fe religiosa es ayuda al necesitado y la fe sindical es ayudar en este caso a los trabajadores que representamos en nuestro sindicato, Csif, al empleado público y al de la empresa privada. Se complementan.

P. ¿Acapara o es polifacético? En cualquier caso, ¿por qué?

R. Es una cosa innata. Es algo que siempre he vivido en mi familia. Siempre hemos estado desempeñando bastantes actividades. Es ese espíritu inquieto, de trabajo, espíritu por los demás. Creo que es una percepción que me gusta ayudar a los demás. Es algo que no me cuesta. Por eso estoy desarbolando diferentes facetas de mi vida, si tuviera pereza o desgana, seguramente no estaría donde estoy ni en todos los ajos en los que estoy, por libertad. Lo hago porque me siento cómodo.

P. Y en todos los frentes mandando, oiga...

R. Me gusta más guiar y ayudar. Si mandas o estás al frente de una cofradía o de un grupo de trabajadores o cuando estaba dando clase guiando al grupo de alumnos... si no tienes una reciprocidad sería complicado. También hay que saber delegar: para ser un buen guía hay que tener gente que también te eche una mano, estar rodeado siempre de un buen equipo y un buen staff que te ayude. En este caso me toca a mí este rol de guía o de mandatario.

P. Le falta una incursión en lo político.

R. Nunca es tarde. No es una de las cosas que ahora mismo tenga en mente, pero tampoco algo que pudiera rechazar. Nunca se me ha propuesto, pero si llegara la oportunidad, quién sabe. Nunca digas nunca jamás. Si llegara, mi espíritu inquieto lo valoraría y tomaría un camino u otro.

P. ¿Qué le dice la voz interior de su conciencia?

R. Que en ocasiones hay que parar y hacer introspección para ver si estás haciendo las cosas bien o siguiendo el camino correcto. A veces hay que tomarse una pausa para uno mismo, valorar, reflexionar y ver si estás desarrollando las cosas bien o hay que dar media vuelta de tuerca a los que haces y coger otro camino.

P. ¿Cuánto tiempo le sobra en su agenda para no hacer nada?

R. La verdad es que me sobra poco. Me organizo bien el día. Mi familia también es muy importante. Ahora me pillas volviendo de estar cuatro días en Granada por temas laborales y lo que más echo de menos es poder compartir un ratito más con la familia.

P. Dirige el alzado y el recorrido del paso. ¿Cuándo se arremanga y se pasa a costalero?

R. Soy el responsable de dirigir el paso alzado de la cofradía de La Flagelación, que este año cumple 70 años, y 20 años (el día 24) desde que sacamos el paso alzado. Pasé de costalero a ser mayordomo. Dentro de la cofradía había pasado por una serie de cargos. Había tocado el tambor, después toque la caja y antes alzado el paso. Ahora desde hace 5 años tengo la misión de ser la persona encargada de dirigir el paso alzado y a los 12 alzadores que componen el paso alzado en la Flagelación.

P. ¿A cuántos Poncios del siglo XXI conoce (de apellido Pilatos)?

R. (Ríe). Hay bastantes, pero creo que al final el carácter de las personas se va dirigiendo. Hay que tener paciencia y mucha mano izquierda, que es lo que tiene que tener la sociedad. (Demasiado político en el juicio social). Muchas veces hay que ser político. (Era muy generalista la pregunta).

P. ¿Cofrade por acción o por devoción?

R. Por devoción, sí, sí. Soy creyente, soy religioso. Soy cofrade hace muchos años y tuve la suerte de ser el primer pregonero de la Semana Santa de Almazán. Un lugar en el que se me dio la oportunidad en el año 2019 y estoy orgulloso de haber sido el primer pregonero de la Semana Santa adnamantina.

P. ¿Con qué compara ese dramatismo que muestra la imagen de Jesús atado a la Columna?

R. Con el dolor que muchas veces sienten las personas a nivel individual con los dramas familiares y colectivos de esta sociedad. Esos azotes en la espalda que Jesús sufre por medio de los soldados son al final los golpes y reveses que lamentablemente la vida te da a nivel personal o familiar. Enfermedades, pérdidas... son azotes que al final se te quedan marcadas en el corazón o en la vida.

P. ¿Para qué sirve el conformismo?

R. El conformismo no sirve para nada. El estado de bienestar o de confort es un estado en el que se adquiere este error. Es un estado de relajación en el que no hay que caer. Hay que ser ambicioso y constructivista para el mejor desarrollo personal, integral y de nuestra sociedad.

P. Fuera del ámbito religioso, ¿qué resucita el Domingo de Resurrección?

R. Creo que es un momento de paz y tranquilidad; es el volver a la vida otra vez, sabiendo que todo tiene una continuación y que con la muerte no se acaba todo. Queremos mejorar en la vida, ya no solo personal, en lo profesional y en todo aquello que nos involucramos.

P. Cuénteme una discrepancia.

R. No me gustan las diferencias sociales que hay ahora mismo. Los de arriba son muy grandes y los de bajo muy pequeños. Se podría tener todo mejor repartido para que la gente que tiene necesidades no las tuviera y no hubiera tantas necesidades sociales como pueden ser las de aquellas personas que no tienen alojamiento. Es sobre todo que no haya tantas diferencias sociales, en nuestro país y, en general, en la sociedad actual.

P. La Flagelación cumple 70 años y los que le quedan... si aguantan la fe y los cofrades.

R. En este caso la Flagelación va para arriba. Como bien dices, este año cumplimos 70 años y a día de hoy somos más de 270 cofrades. Es una cofradía que se creó del comercio y vamos in crescendo. Gozamos de buena salud, pero intentaremos seguir creciendo. Mientras dure la fe y mientras duren los cofrades, evidentemente.

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