Victoria práctica y sin brillo del Numancia ante el Villanovense (1-0)

El C.D. Numancia se reencontró con la victoria después de tres largas jornadas de sequía en un partido sin brillo ante el Villanovense. Lo mejor, sin lugar a dudas, fue el resultado y los tres puntos que devuelven la sonrisa a un equipo que necesitaba un marcador favor para mirar con más optimismo la recta decisiva de la temporada. Un gol de Ribeiro en las postrimerías de la primera parte fue suficiente para que los sorianos mantengan su apuesta por el ascenso directo. En la segunda parte aparecía Dorronsoro para salvar los muebles. El Numancia fue práctico para seguir con el pulso en la zona alta de la clasificación.

Javi Moreno mantuvo la apuesta de Navalcarnero de jugar con ‘falso nueve’ a pesar de tener a Lupu disponible. Carlos González y Alain Ribeiro iban a ser los dos hombres más adelantados en un once en el Dorronsoro y Diamanka fueron las dos novedades. La del portero fue una sorpresa y la del mediocentro ya fue adelantada por el míster el pasado viernes. En la línea defensiva continuaron Soler, De Frutos, Diego Royo y Bonilla; Diamanka y Cristian Delgado actuaron de pivotes, con Sanchidrián por la banda derecha del ataque y David Alfonso por la izquierda. Una línea de vanguardia con mucha movilidad con Ribeiro y Carlos González intercambiando posiciones.

Un gol de Alain Ribeiro al filo del descanso devolvía la sonrisa a un Numancia gris en una primera parte en la que apenas inquietó a la defensa del Villanovense. Un disparo de falta de Bonilla que sacaba el portero y dos cabezazos del propio Ribeiro había sido el escaso bagaje de los rojillos ante un rival que fue de más a menos durante los primeros 45 minutos.

El Villanovense arrancaba el partido con fuerza y Benji era un quebradero de cabeza para Bonilla y David Alfonso por la banda derecha del ataque de los extremeños. Nada más empezar una gran cabalgada del extremo visitante ponía en evidencia a David Alfonso para que tuviera que aparecer De Frutos para desbaratar el remate del delantero Adi cuando el balón buscaba la red del portal soriano. Susto a las primeras de cambio de un Numancia que no funcionaba en el centro del campo a la hora de gestionar la posesión del balón. Los primeros minutos fueron muy inquietantes para los numantinos ya que el Villanovense tuvo el gol de no ser por la pierna salvadora de Bonilla que cortaba un pase que era medio gol.

Un primer cuarto de hora con más sombras que luces para los de Javi Moreno, aunque poco a poco, sin demasiadas florituras, el Numancia se fue entonando para dominar el choque. Bonilla obligaba al portero a una buena intervención y en la jugada siguiente Ribeiro remataba de cabeza fuera. Los rojillo se habían asentado y el cuadro extremeño ya no era una amenaza. Eso sí, pocas llegadas de un conjunto soriano espeso en la creación y que encontraba el premio cuando casi todo el mundo ya pensaba en lo qué había que hacer tras el descanso para buscarle las cosquillas al Villanovense. Era el minuto 44 cuando Ribeiro aprovechaba la relajación de la zaga rival para enganchar un disparo desde la frontal que fusilabas el arco extremeño. Sin dudas fue lo mejor de un primer acto que tenía mucho margen de mejora de cara al segundo.

Las prestaciones de los numantinos no mejoraron en la reanudación y de no ser por la inspiración de Dorronsoro el partido se hubiera complicado más de la cuenta. El meta, que regresaba a la titularidad después de muchas jornadas, salvaba a los suyos en un mano a mano con Pajuelo en los primeros compases de la segunda mitad. Desajuste de la zaga rojilla para que el jugador del Villanovense se plantase delante de Dorronsoro, quien sacaba la pierna para negar el tanto del empate. La grada de Los Pajaritos respiraba aliviada en una acción muy clara para nivelar el marcador.

El Numancia vio las orejas al lobo y a partir de ahí metió una marcha más para controlar el partido, aunque bien es cierto que sin llegada. Sólo Ribeiro ponía en ciertos apuros al portal visitante con un remate de cabeza y una volea que se marchaba rozando el palo.

Con la escasa renta del 1-0, el último cuarto de hora se le hizo demasiado largo al Numancia ante un Villanovense que empujaba y que tuvo sus mejores opciones en las botas de Mario González con un disparo que buscaba la escuadra y con una falta lateral que sacaba Lupu haciendo funciones de defensor. Este era la última jugada de un encuentro que no será recordado por el buen fútbol, pero que devuelve la ilusión al numantinismo con tres puntos que valen su peso en oro.