La pandemia y sus consecuencias elevan el consumo de ansiolíticos en Soria

El consumo de ansiolíticos ha registrado un notable aumento desde la pandemia en la provincia para combatir la ansiedad, el nerviosismo, la dificultad para dormir o la depresión. La gama es muy amplia, como detectan las farmacias, que comprueban día a día un alza en el número de estas recetas, alertando de sus riesgos. Y es que este tipo de fármacos tienen «una alta tolerancia, lo que hace que cada vez sean necesarias dosis más altas para conseguir el mismo efecto», advierte el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Soria, Javier Alonso, que destaca el papel que realiza el profesional de farmacia para trasladar al paciente la realidad de estos medicamentos. «Se cree que son pastillas mágicas, que son un amiplín, pero siempre hay que buscar ayuda del psicólogo», recomienda Alonso.

Las razones del crecimiento en la utilización de estos fármacos viene derivada de la pandemia, de los momentos de confinamiento y soledad, los fallecimientos, así como de las consecuencias que se arrastran. «La pandemia ha pasado factura y por algún lado tiene que salir», asegura para explicar por qué se consumen más estos productos. También porque su uso se está generalizando y prácticamente normalizando.

Desde el Colegio de Farmacéuticos insisten en la necesidad de un mayor contacto con el colectivo médico, ya que los ansiolíticos sólo se dispensan con receta. «En el medio rural es más fácil, pero en las ciudades, aunque tenemos herramientas para hacerlo, son muy básicas», lamenta, insistiendo en que la figura del psicólogo es fundamental para tratar todos esos trastornos que se están dejando exclusivamente en manos de los ansiolíticos.

Lo cierto es que el consumo de fármacos en general ha ido creciendo en los últimos años en la provincia. Así lo constata la Consejería de Sanidad, que indica que el número de envases recetados en todo 2022 supuso un incremento del 4,7%, el más alto registrado de los últimos años. Hasta dos millones de envases fueron prescritos en Soria, una cifra de récord, cerca de 300.000 más que cinco años antes. Lo cierto es que las cifras ha ido escalando desde ese 2017 en que se recetaron 1,76 millones de envases;fueron 1,81 en 2018; pasando a 1,87 en 2019; subió ligeramente en 2020 hasta 1,89 millones para continuar la subida en 2021 con 1,94 millones. 

Curiosamente, en 2020, el primer año de pandemia, el número de envases apenas despegó un 0,83% respecto al año anterior. Sí lo hizo al siguiente. En 2021 el aumento registrado fue del 2,41%. Además, el número de envases totales por persona protegida al mes, acumulado a diciembre de 2022, fue de 1,89 lo que significa un 5% más que el ejercicio anterior.

Las farmacias no  detectan un incremento significativo pero por una razón muy sencilla:«El precio de los medicamentos va bajando por lo que al final lo que vemos es una cantidad similar», explica Alonso. El gasto farmacéutico total acumulado durante todo el año se elevó a 24,86 millones, que representa un 3,36% más en términos interanuales. Es decir, el gasto por persona al mes fue de 23 euros, con un porcentaje de aumento del 3,31%.

Sin embargo, el gasto farmacéutico medio por envase fue en Soria de 12,2 euros, en este caso una caída del 1,28%.