La segunda incidencia del tren en una semana afecta a un centenar de viajeros

Un centenar de pasajeros se vieron afectados en la tarde del viernes por una nueva incidencia técnica, la segunda en una semana, en el tren que hacía el trayecto entre Madrid y Soria y que había salido de Chamartín a las 19.00 horas. Un problema que acabó afectando a los dos sentidos de la línea por cuanto aunque el tren que sufrió la incidencia fue el de sentido Soria, también los viajeros que iban a Madrid –igualmente con hora de salida las 19.00 horas– se vieron implicados ya que fueron obligados a continuar el Cercanías desde Guadalajara para que los otros pasajeros, unos 40, pudieran trasladarse a ese tren que invirtió su sentido de la marcha para regresar a la capital soriana.

Fuentes de Renfe indicaron que se adoptó esa decisión para minimizar las consecuencias y evitar que los usuarios del tren con problemas técnicos tuvieran que ser derivados a autobuses, ya que esto habría supuesto una mayor demora. Y sobre todo teniendo en cuenta que desde Guadalajara, los que viajaban hacia Madrid ya contaban con un transporte de Cercanías que realizaba el servicio.

Usuarios de este último convoy aseguraron que no les dieron ninguna explicación y únicamente por megafonía les indicaron en Guadalajara que fueran a la vía 6 para coger un Cercanías, y pudieron retomar el viaje unos 15 minutos después. Finalmente llegaron a Atocha cerca de una hora después de lo previsto. El tren de la línea Soria-Madrid finaliza en Chamartín, adonde tenía que haber arribado a las 22.05 horas, y la llegada a Atocha se produjo a las 23-05 horas, señala esta usuaria afectada.

En cuanto a los pasajeros en dirección a Soria, el trastorno supuso cerca de dos horas de retraso, ya que tuvieron que esperar en Guadalajara al tren de la otra dirección para que diera la vuelta y les trasladara. Previamente habían hecho transbordo a un Cercanías en Alcalá de Henares para llegar a Guadalajara, donde ya cambiaron al media distancia hacia Soria, dentro del operativo diseñado para minimizar afección y evitar autobuses.

Renfe, que pidió disculpas a los viajeros, confirmó que el tren que sufrió la incidencia y que fue enviado a talleres es un modelo diésel 598, en activo desde 2004. Desde la operadora recordaron que las revisiones son constantes y que la vida útil de estas máquinas es de media de unos 30 o 40 años. Esta nueva incidencia se produce apenas diez días después de la apertura de la vía tras las obras efectuadas por Adif que obligaron a realizar el trayecto en autobús desde el mes de octubre pasado.

La primera, el pasado 20 de junio, fue vivida en directo por los parlamentarios socialistas sorianos, Luis Rey y Javier Antón, y posteriormente la delegada del Gobierno, Virginia Barcones, medió en una solución con Renfe por lo que se determinó usar al menos de martes a jueves la gama más alta de los trenes diésel, los 599, y el resto de los días, los anteriores de la gama, los 598.