El soriano López Marcos culmina la vuelta de las estatuas de la Puerta del Sol
El arqueólogo de Nódalo logró recolocar antes de verano la estatua de Carlos III y el Oso y el Madroño y este viernes remató la icónica plaza de Madrid con La Mariblanca
Reubicación de la estatua ecuestre de Carlos III en la Puerta del Sol de Madrid, cuyo pedestal fue la pieza más complicada.
Ya están todas en ‘casa’. La reforma de la Puerta del Sol de Madrid, quizás la plaza más famosa de España, llegó al verano con el Oso y el Madroño y la estatua ecuestre de Carlos III de vuelta a su lugar, pero aún quedaba por regresar otra huésped ilustre, La Mariblanca. Desde este viernes también esta escultura otea a madrileños y turistas desde su pedestal. Para encontrar el camino de vuelta han tenido un guía de lujo, soriano de Nódalo y arqueólogo de profesión, Miguel Ángel López Marcos.
La experiencia de haber realizado traslados que parecían imposibles le acompaña desde hace años. Desempolvando los vestigios del antiguo Egipto en numerosas campañas había movido figuras faraónicas, en todos los sentidos, que otros no se atrevían a trasladar.
Con una carta de presentación así, Madrid ya había confiado en él para mover patrimonio e historia cuando las obras lo aconsejasen, devolviéndolo a su lugar sano y salvo. Acaba de culminar el encargo de la Puerta del Sol en otro caso que no todos se atreverían a aceptar. ¿Un ejemplo? El pedestal de la estatua ecuestre está hueco, y una mala sujeción o una presión excesiva lo hubiese destruido. Y el suelo sobre el que se asienta está hueco por el metro, que tampoco se podía ‘soltar a lo loco’.
Con la vuelta de La Mariblanca «concluye el encargo realizado por la UTE Madrid Centro para diseñar los sistemas de extracción y realizar la coordinación de los trabajos de traslado de las tres esculturas de la Puerta del Sol de Madrid», apunta López Marcos.
UNA BASE COMPLICADA
«Ha sido un trabajo complejo, especialmente el traslado en bloque del pedestal de la estatua ecuestre de Carlos III, de 60 toneladas de peso por su mal estado de conservación y la composición de la caliza dolomítica extremadamente frágil». Precisión quirúrgica con un ‘paciente’ de 60.000 kilos y que tenía que regresar sano y salvo. No en vano, es uno de los emblemas de Madrid.
Para el arqueólogo soriano ha sido una labor en varias fases. Hubo trabajo en Madrid, campaña en Egipto y regreso a Madrid. «Una vez finalizado el traslado del Oso y el Madroño y la estatua de Carlos III hice la campaña de primavera en Luxor y posteriormente iniciamos el traslado de la Mariblanca de 10 toneladas y casi seis metros de altura». Ahora disfruta de las fiestas de la provincia de Soria para recuperar fuerzas, que le espera un yacimiento visigodo en Hoyo de Manzanares como siguiente parada. El traslado más reciente, el de La Mariblanca, se completó este viernes con el movimiento en bloque de 18 metros cúbicos. La Puerta del Sol ya tiene de nuevo a sus moradores más ilustres.
López Marcos agradece además que «este trabajo sólo ha sido viable gracias a la gran profesionalidad de los equipos multidisciplinares reunidos desde la UTE con mas de 60 técnicos de Azvi, Licuas, Rubio, Aguado, Curva, Marco, etcétera, que han ejecutado a la perfección las actuaciones en tiempo récord».