Heraldo-Diario de Soria

Soria engorda el liderazgo trufero de Lérida y Teruel

Los productores venden la trufa fuera por falta de factorías en la provincia, lo que provoca que en 2022 se exportaron desde Soria apenas 15.700 euros frente a Teruel y Lérida, 17,4 y 8,22 millones, respectivamente

Trufa recolectada en una finca de la provincia de Soria

Trufa recolectada en una finca de la provincia de SoriaHDS

Publicado por
Soria

Creado:

Actualizado:

Con casi 2.000 hectáreas de encina micorrizada es una de las provincias del país que más superficie dedica a la producción de la trufa negra (Tuber melanosporum) en plantaciones controladas. Sólo Teruel le adelanta pero le deja muy atrás, con 12.000 hectáreas. Una provincia que no sólo ha sabido apostar por este cultivo, sino que además lidera las exportaciones del sector, con un valor de 17,43 millones de euros en el año 2022, la mitad de todo el volumen enviado fuera del territorio nacional, 35 millones, según los datos oficiales publicados por el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa. Lo más curioso es que Soria apenas registró en ese año un valor de exportaciones de trufa de 15.700 euros.

El presidente de la Asociación Provincial de Recolectores y Truficultores de Soria, José Manuel Pérez, explica que se debe a que la producción de la provincia se envía primero a empresas de Teruel y Lérida, incluso de Valencia o Castellón, desde donde se manda al exterior, de modo que no figura Soria como el origen de esas exportaciones. Y es que señala que hay que tener en cuenta que los datos corresponden a la facturación procedente de la trufa comercializada por empresas de una determinada provincia, con lo que no corresponden con el volumen de kilos recolectados en ese territorio.

Así, siendo Soria uno de los principales territorios productores no está aprovechando su potencial por la falta de industrias en beneficio de Teruel o Lérida, que están ‘engordando’ su facturación gracias a la trufa que sale desde la provincia.

Desde España se exportan 35 millones de euros en trufa y Soria no figura ni entre las diez principales provincias. La mitad sale de Teruel, 17,43 millones, seguido de Lérida, con 8,2 millones. En tercer lugar, Huesca, con 8,2 millones, y después, Valencia, con 2,39 millones. Le siguen Castellón, con 1,17 millones; Barcelona, con 980.000 euros; Madrid, con 538.000 euros; y a continuación, Zamora, con 419.000 euros, seguido de Zaragoza, con 158.000 euros; y Lugo, con 109.000 euros. Hasta Burgos le ‘gana’ a la provincia, con un valor de exportaciones de 101.000 euros.

Asegura que sí que hay algunos productores que envían directamente su trufa fuera de las ‘fronteras españolas’, pero la mayor parte se va a factorías de mayoristas, ubicadas principalmente en Teruel y Lérida, convirtiéndose en líderes indiscutibles en la venta de este diamante negro de los montes. También indica que 2022 no fue un año bueno para el cultivo en la provincia, muy tocado por el excesivo calor del verano y la sequía de todo el año, que no logró salvar ni el riego.

De hecho, se observa una merma importante de la facturación de trufa en el extranjero del año pasado, por valor de 15.700 euros, sustancialmente inferior a la de los ejercicios anteriores, con casi 39.000 en 2021, 43.380 en 2020 y casi 150.000 en 2019.

También hay zonas que, pese a no ser productoras, sí cuentan con empresas mayoristas que trabajan este producto como demuestran las cifras del Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales de la Agencia Tributaria. Es el caso de Córdoba o Almería, que en 2022 comercializaron 4.500 y 1.410 euros, respectivamente, de este producto. También las Islas Baleares exportaron trufas por valor de más de 8.000 euros en 2022. Esto se debe a que los datos proceden de las empresas exportadoras radicadas en el territorio y no de los kilos producidos en el mismo.

Por eso, el presidente de los truficultores de la provincia insiste en que los datos del Ministerio son erróneos, dado que no reflejan la realidad del producto soriano. De hecho, calcula que entre un 60 y un 80% de la trufa de la provincia se vende fuera del país. Y “principalmente a Francia, el mayor consumidor de ‘Tuber melanosporum’ del mundo”. No obstante, a falta de un inventario más concreto del sector en Soria que encargó la Diputación Provincial a Asfoso (con una dotación económica de 15.000 euros) y que está pendiente desde hace más de dos años, se calculan unos resultados anuales medios de entre 30 y 35 kilos por hectárea, teniendo en cuenta que hay alrededor de 2.000 hectáreas de encina micorrizada dedicadas al cultivo de la trufa.

Lo cierto es que en España hay poca tradición culinaria por el momento, algo que empieza a cambiar en los últimos años. De ahí que hasta el momento se haya buscado el mercado internacional.

Pero la realidad es que Soria lleva años luchando por posicionarse en el mundo trufero. La Fundación Soriactiva de Caja Rural, con Anselmo García al frente, se embarcó hace ya más de quince años en un proyecto para conseguir que la provincia cuente con un distintivo de calidad que le diferencia del resto. Pero el tiempo pasa y Soria está dejando pasar todos los trenes. El presidente de la Fundación recuerda cómo perdió el año pasado una subvención de 100.000 euros que ya estaba concedida por el Ministerio para hacer realidad la marca de la Denominación de Origen Protegida, por la falta de “unión en el sector”, y que se terminó yendo a Teruel, que es la que finalmente ha conseguido la figura de protección, con lo que da un paso de gigante de cara a la comercialización de este diamante negro con la figura de calidad reconocida por la Unión Europea. Un impulso que lleva buscando Soria desde hace más de una década, pero que sigue pendiente, a la espera de que se reúnan instituciones y productores.

Sobre todo por las exportaciones, ya que el mercado internacional confía en el prestigio que otorga un ‘apellido’ como el de la Denominación de Origen Protegida. Según Anselmo García, “este hongo comestible debe ser motor de desarrollo en una provincia que es la segunda más productiva de España por detrás de Teruel, pero también tiene su posicionamiento a nivel mundial, ya que “suministra a Francia importantes cantidades que luego comercializan como si fueran del Périgord y mientras en Soria no somos capaces de hacer una denominación de calidad para defender el origen, como ya ha hecho Teruel”.

De hecho, asegura que los estatutos para conseguir una marca de garantía, a través de una Denominación de Origen o de una Indicación Geográfica Protegida, están ya elaborados y terminados desde hace tiempo a falta de que sean aprobados por todas las partes implicadas. Tendría que ser en la próxima Mesa de la Trufa, una vez la convoque la Diputación Provincial de Soria.

tracking