Nuevo encontronazo Soria-Aragón por el estado del agua del Moncayo

Los municipios del Moncayo aragonés vuelven a reclamar a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) que actúe ante los nuevos episodios de contaminación que afectan, en este caso, al río Val. La situación es diferente a lo ocurrido en el río Quiles hace unos meses –que proporciona el agua de boca a Tarazona–, pero la reiteración de vertidos provoca que desde Tarazona se levante de nuevo la voz de alarma. «Algo falla» aguas arriba –en la zona de Soria.

El alcalde de Tarazona, Tono Jaray, fue cuestionado al respecto en el transcurso del último Pleno de la localidad la noche del miércoles. La aparición de nuevo vertidos en el Val se ha puesto en conocimiento de la Guardia Civil –la investigación corresponde al Seprona– y el propio consistorio turiasonense tomará muestras dentro de su término municipal. Según explicó Jaray los problemas se han visualizado en el paraje conocido como Pozo de las Truchas, situado en territorio de Castilla y León.

En este contexto, Tarazona ha vuelto a solicitar una reunión a los Ayuntamientos sorianos de Ágreda y Ólvega. Jaray indicó que ya se pidió un encuentro cuando estalló la polémica del protozoo del Queiles, pero que la cita no se llegó a cerrar. El objetivo es intentar averiguar dónde se están produciendo los problemas y si hay alguna medida que se pueda tomar para paliarlos.

El problema afecta a toda la comarca. El alcalde de Tarazona incidió en que las acciones están coordinadas con otros municipios como Los Fayos, Torrellas, Novallas o Trasmoz. Jaray recordó que ya se cursó una demanda con el objetivo de que una investigación determine el origen de los vertidos que llegan hasta su municipio. Ahora, se está estudiando se procede interponer una nueva denuncia.

Cabe explicar que el problema detectado tiene similitudes, pero con notables diferencias, a lo ocurrido el pasado año en el Queiles. En ambos casos se refiere a episodios de contaminación. El río Queiles sí abastece de agua para consumo humano a Tarazona. Ahora los vertidos se han detectado en el río Val que es el que abastece el embalse del mismo nombre, situado en Los Fayos, y cuyo uso principal es el riego de los terrenos agrícolas. En esta ocasión los problemas de vertido no afectan al consumo humano.

Jaray recordó que en el caso que afectó al Queiles la presencia del protozoo se detectó en la zona de Vozmediano, pero las conclusiones de la investigación no han permito, hasta la fecha, concretar el punto de origen concreto del vertido. «Ahora lo que hacemos, con la colaboración del Gobierno de Aragón, es tratar el agua para que llegue de manera correcta a la localidad y no haya ningún problema en su consumo», aclaró.

La contaminación del Val, que afecta al agua de riego, se repite «periódicamente», según destacó el alcalde de Tarazona. El último vertido es de estas primeras semanas de 2024 y el anterior se produjo hace unos 15 meses, según relató. Desde Tarazona consideran que «parece» que el origen del problema puede estar en el «mal funcionamiento» de la depuradora conjunta de Ágreda-Ólvega ◘–estación que acumula sanciones y denuncias por motivos similares–. «Creemos que hay que mirar bien esas estaciones, sus procesos y la capacidad que tienen», recalcó.

Tarazona también mira hacia la CHE organismo regulador de la cuenca a la que pertenece el Val. «Más allá de que haya una frontera administrativa, la CHE es un organismo nacional que debe velar por la gestión del agua», recordó. «Lo que está claro es que aguas arriba hay dos pueblos, Ágreda y Ólvega, y que los problemas nos los tenemos que comer nosotros», lamentó.

Esta misma semana, en las Cortes de Castilla y León, en la comisión de Medio Ambiente, se rechazó con los votos de PP y Vox una Proposición No de Ley presentada por Podemos en la que se solicitaba, entre otras cosas, la instalación de una estación de medición automática y continua en el colector principal previo y en la desembocadura de la EDAR de Ágreda-Ólvega.