Quejas por la estrechez de los nuevos vestuarios y taquillas del Hospital de Soria

Vestuarios estrechos hasta el punto de que los trabajadores no pueden cambiarse a la vez, imposibilidad de sentarse para desvestirse ni bancos para depositar la ropa mientras tanto. Son quejas que la junta de personal del área de salud de Soria ha remitido a la Gerencia de Asistencia Sanitaria de Soria reclamando que se subsanen “las deficiencias” de los nuevos vestuarios y las taquillas del Hospital Universitario Santa Bárbara instalados tras las obras de reforma y ampliación, ya que “están causando un malestar generalizado entre todos los trabajadores”. También está recogiendo firmas entre los afectados para evidenciar dichas queja.

La junta de personal, reunida en pleno, manifestó su disconformidad con las nuevas instalaciones de los vestuarios y las taquillas y elevó sus quejas para que se ponga solución. Señaló que el espacio de los vestuarios es muy reducido y no existe el suficiente para pasar entre las taquillas cuando están abiertas, incluso cuando alguien se está cambiando y están cerradas, “lo que incumple la normativa de prevención de riesgos laborales”. Desde la junta de personal señalaron que esta falta de espacio provoca golpes involuntarios entre los trabajadores.

Al faltar espacio en los pasillos del vestuario, tampoco se pueden colocar sillas o bancos suficientes para aquellas personas que necesitan sentarse para vestirse, se quejan desde la junta de personal. Ni siquiera pueden apoyar la ropa de la calle que se quitan, y tienen que dejarla en el suelo, “aumentando de esta forma la contaminación y el riesgo biológico, además del riesgo de caídas al haber obstáculos en el suelo”. Además, la distribución de los vestuarios hace “prácticamente imposible” que dos trabajadores con las taquillas anexas puedan cambiarse a la vez pues la estrechez no se lo permite.

A eso se suma que la capacidad de las taquillas es “excesivamente reducida” porque aunque existen dos espacios separados dentro de la misma, no permite la separación de la ropa limpia y la sucia, con el consiguiente inconveniente puesto que se trata de un hospital. Además, provoca que al cerrarlas pueda quedar pillada la ropa con la puerta, lo que dificulta volver a abrirlas y conlleva el riesgo de romper tanto las prendas como la propia taquilla, se queja la junta de personal en el escrito que han hecho llegar a la Gerencia.

Por otro lado, también reclamó la junta de persona que se aumente le número de sensores de luz en distintos puntos del vestuario, sobre todo al final de los mismos, e igualmente incrementar el tiempo de duración del encendido.