La Diputación de Soria teme un sobrecoste de las obras del aeródromo

El vicepresidente de la Diputación, José Antonio de Miguel, teme que las obras de ampliación del aeródromo tendrán un sobrecoste.

Los cuatro millones de euros consignados por Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León, Somacyl, «se van a tener que revisar, porque igual después de la pandemia y la subida del precios de los materiales el presupuesto se ha quedado completamente desfasado».

Tras más de un año de espera para contar con el informe de impacto ambiental mañana se celebrará una reunión de coordinación para conocer los pasos administrativos que se tienen que dar de ahora en adelante para continuar con el proyecto de ampliación del aeródromo y su transformación en un Aeroparque Tecnológico Industrial (ATI). En la reunión estarán presentes responsables de Diputación, Somacyl y Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA).

En el encuentro, De Miguel quiere aclarar si se pueden acometer obras menores en el aeródromo, promovidas por la Diputación, que estaban paradas a la espera de toda la resolución administrativa de la evaluación ambiental. 

Se trata de la construcción de dos plataformas, una para hangares y otra para el combustible, cuya inversión conjunta se eleva a 500.000 euros. 

Para los hangares ya se ha dado la encomienda a Tracsa para ejecutar la obra. Tras 13 meses de espera para contar con la evaluación ambiental de las obras, «una resolución que se tenía que haber resuelto en tres meses y se ha hecho en 13», puntualizó José Antonio de Miguel, ahora se entra en la fase tercera que conlleva la redacción del proyecto aeronáutico para el aeródromo de Soria, en el que se incluirá todos los aspectos relacionados con el tráfico aéreo. 

Este proyecto lo redactará Somacyl, sociedad que también se encargará de licitar las obras de ampliación del aeródromo.

De Miguel no se aventuró ayer a marcar una fecha para el inicio de las ansiadas obras, aunque espera que las máquinas estén en Garray en la primavera de 2024.

La ejecución de estas obras contempla la ampliación de la pista hasta una longitud de 2.095 metros y una anchura de 45 metros, aprovechando la pista actual cuyas dimensiones son 1.380 por 23 metros. 

Para ello, se prolonga la pista actual en ambas cabeceras, con el cumplimiento de la normativa aplicable.

Además, se va a realizar pavimentación de una plataforma para estacionamiento de aviación general, pavimentación de una calle de rodaje para la pista ampliada, y de una plataforma para la ubicación de depósitos de combustible.

El desarrollo de las obras paralizará la actividad en el aeródromo que se cerrará, anunció De Miguel. Por ello, la Diputación ya ha tomado la decisión que no renovará el contrato de gestión con Airpull, empresa gestora del aeródromo, cuya concesión concluye el 31 de diciembre de este año. 

Aunque en este contrato cabía la posibilidad de una prórroga, la Institución provincial no la contempla precisamente por las obras de ampliación del aeródromo que obligará a parar cualquier tipo de actividad, «en todo caso se ampliará el contrato unos meses no más», aclaró De Miguel. Una vez concluidas las obras, la gestión volverá a sacarse a licitación.

Por lo que respecta a la empresa Layônair, la firma ha solicitado una nueva moratoria a la Diputación para desarrollar las inversiones que tenía prevista en una finca que la Diputación les ha cedido durante 50 años, así como en el compromiso de captar empresas para el aeroparque. Una petición que se aceptará. 

La empresa dispone de una concesión de 9.778,87 metros cuadrados y un compromiso de captación de empresas para el futuro Aeroparque Tecnológico Industrial (ATI).