Heraldo-Diario de Soria

Medio Ambiente

Los ecologistas denuncian nuevos vertidos de la EDAR de Ágreda y Ólvega

Sostienen que tras realizar unos análisis los parámetros arrojan una elevada carga contaminante en el cauce del río Val

Vertidos en el río Val, en una foto de archivo.

Vertidos en el río Val, en una foto de archivo.HDS

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La agrupación Ecologistas en Acción ha denunciado dos episodios contaminantes en la cuenca del río Val en los dos últimos meses y señala al mal funcionamiento de la depuradora de Ágreda-Ólvega y lo acredita con análisis que ha realizado en el cauce del río, en el desagüe de la EDAR y aguas arriba de la misma en el cauce del río.

Según los resultados de este análisis, los parámetros de presencia de nitrógeno, fósforo y materia en suspensión, entre otros, se multiplican en las muestras de agua de la salida de la EDAR que se han analizado. Además, la carga contaminante es mayor que la registrada por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y recogida en unos análisis realizados hace dos años.

Los ecologistas han puesto en conocimiento de la Fiscalía estos recientes vertidos y hasta ahora no se ha identificado a los responsables y tampoco se han adoptado medidas cautelares.

Los dos episodios contaminantes recientes se han observado entre mediados de diciembre y se han prolongado hasta los primeros días de marzo.

Según la agrupación ecologista, el primero se produjo a mediados de diciembre y se prolongó a lo largo de un mes. Entonces fue de naturaleza grasienta y tiñó de color gris todo el río, «dadas las diferentes características del vertido es lógico pensar que el causante del vertido son dos actividades económicas que se pueden ubicar en Ágreda y Ólvega», según Ecologistas en Acción.

El segundo vertido tuvo lugar en torno al 21 de febrero y se ha prolongado hasta los primeros días de marzo. 

En este caso, el vertido muestra una gran cantidad de espumas que se observaron a lo largo del cauce del río Val y especialmente en el Pozo de las Truchas, una de las cascadas de interés turístico y ambiental, «parece más un jacuzzi lleno de jabón maloliente que una cascada de toba», puntualizan los ecologistas.

En este sentido, los ecologistas subrayan que cuando el desagüe de la EDAR tiene una gran carga contaminante y la misma se prolonga a lo largo de 8 kilómetros hasta la desembocadura en el embalse del Val, donde las aguas se juntan con el cauce del Queiles.

Los ecologistas recuerdan que los vertidos contaminantes de la depuradora del Moncayo se vienen produciendo desde el año 2012 y enumeran los detectados también en los años 2016, 2017, 2018 y 2022. 

En todos ellos, a pesar de las denuncias y de las sanciones que se han tramitado no se ha acreditado los responsables de estos vertidos, cuyas sanciones han abonado los dos ayuntamientos sorianos. Así como indican que se han producido más vertidos que no han resultado sancionados.

Para los ecologistas estos vertidos son una consecuencia directa del mal estado en el que se encuentra el pantano del Val que «es el más contaminado de la Cuenca del Ebro que según la CHE está eutrofizado y con problemas para albergar cianobacterias que hacen que su uso sea peligroso, incluso para el riego», aclaran. 

Ecologistas en Acción echan de menos la ausencia de actuación del Gobierno de Aragón, y de los ayuntamientos y vecinos del Moncayo zaragozano, «que parece no importarles que estén poniendo en riesgo su salud y su economía». 

A ello reclaman una urgente actuación en materia de depuración en Ágreda y Ólvega, ya que desde que comenzó a funcionar en 2010 se han detectado problemas de diversa índole como fugas y entrada de agua de los colectores, vertidos incontrolados y mal funcionamiento de la instalación, a lo que se suma el aumento de la carga contaminante de los pueblos ante el incremento de la actividad industrial y de población.

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